Arquitectura y cine

Desde pequeño me encanta el cine, adoro las películas y disfruto mucho viéndolas, es por ello por lo que me gustaría reflexionar a cerca de la relación entre cine y arquitectura.

Este tema no es nuevo, ya ha surgido con anterioridad tanto en clase como fuera. Existen muchos ejemplos de películas que abarcan este tema como por ejemplo «Metrópolis» (película muda alemana de 1927 del género de ciencia ficción) o «Mon Oncle» de la cual ya he hecho mención en la tarea «Arquitectura de cine».

Me gusta pensar que de una forma u otra que todas las películas se relacionan con la arquitectura, y si esto no te convence te reto a que me hagas saber de alguna película en la que no aparezca un elemento arquitectónico.

De todas formas mi reflexión se dirige hacia un elemento esencial tanto para la arquitectura como para el cine; «el espacio». En la arquitectura es esencial conocer el espacio, saber qué es lo que puede albergar y cómo, saber utilizarlo y sacarle el máximo partido, conocer sus limites y también crearlo.

Imagen perteneciente a la película Dune (de Denis Villeneuve)

El cine también funciona como una especie de lienzo en el que plasmar nuestras ideas. Cuando en una película se habla del futuro se suele mostrar una sociedad distópica como en el caso de «Blade Runer» o sin irme mas lejos, de «Metrópolis». En otro caso se suele plasmar todo lo contrario, una especie de utopia en la que todo es verde y la tecnología a avanzado mucho. Se trata de plasmar una idea, un espacio que en estos casos son las ideas que la sociedad tiene generalmente cuando se les pregunta por cómo será la sociedad del futuro. Pero también es común la inspiración, ejemplo de esto puede ser la arquitectura de Dune (de Denis Villeneuve) qué nos podría recordar a una arquitectura similar a la egipcia y la medieval.

Un ejemplo reciente de esto es Avatar (la nueva película), en la que podemos ver una arquitectura más rudimentaria y primitiva que logra la armonía con el medio, pero también vemos una arquitectura más industrial que representa al ser humano. Otro ejemplo es la película «Origen» en la que a través de los sueños se nos plantean escenarios y espacios que se asemejan a los de la realidad sin dejar a un lado la ciencia ficción.

Al igual que en el cine, en la arquitectura también encontramos ese proceso de plasmar una idea, concebir un espacio, es por ello por lo que me gusta pensar que estas dos disciplinas no están tan alejadas entre sí. Y que al igual que los directores y guionistas tratan de crear una escena los arquitectos tratan de concebir un espacio, su propia escena.