Esta pregunta me la hago a menudo cuando veo los nuevos edificios en construcción. Edificios blancos con algún toque de negro. Todos parecen clones de un modelo único que se repite una y otra vez en cualquier ciudad de España e incluso en ciudades extranjeras.
El resultado de la búsqueda es que este efecto de similitud es debido a los nuevos modelos de construcción que hacen que aparezcan nuevos materiales y técnicas constructivas más eficientes. En concreto ha sido la evolución del hormigón prefabricado la que ha hecho que sean dos nuevos materiales los que se utilicen mayoritariamente para revestir las fachadas: el Krion y el Dekton. Estos materiales son una evolución del tradicional Silestone utilizado en interiores y mejorado para durabilidad en exteriores. Los beneficios de estos nuevos materiales son tanto estéticos como funcionales lo que hace que sean mayoritariamente elegidos para los nuevos proyectos por los arquitectos.
Antes de la crisis del ladrillo de 2008 los edificios eran casi todos de ladrillo caravista, lo que le daba su característico color anaranjado que se podía o no revestir para darle diferente color. Ahora se utilizan los nuevos materiales prefabricados de hormigón para revestir las fachadas que permiten construir de una manera más rápida y no necesitan de una mano de obra mas especializada como la de la albañilería.
Uno de los retos a los que se enfrenta esta nueva forma de construir es el envejecimiento de los materiales. ¿Cómo envejecerán estas fachadas? Se cree que bien pero sólo el tiempo lo dirá.